Jamás se disculpara. Jamás admitirá que ha hacho algo malo. Jamás reconocerá que me ha hecho daño. Jamás dirá que me echa de menos o que se siente mal. Seguirá adelante, como si ni hubiese ocurrido nada, como si fuéramos amigos, aunque en realidad nunca lo fuimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario